En el mundo de hoy, la tendencia radica en cuán sano podemos alimentarnos. Con ello, nuevas tendencias y términos se añaden a nuestro vocabulario y en los apasionados de los postres resuena el «GELATO«.
Muchas veces, se tiende a asociar el Gelato como un sinónimo del Helado y a pesar de sus similitudes, sus diferencias marcan la calidad del producto que cada negocio presenta ante sus comensales y el valor diferencial que estos mismos poseen en un mercado que cada vez es más competitivo en el Perú.
La primera y gran diferencia es el contenido de grasa que maneja cada uno. Un Helado contiene entre un 14 y 25% de grasa y esto debido a que lleva más cantidad de crema en su elaboración. En cambio, el Gelato tradicional lleva entre 4 y un 9% de grasa. Una diferencia importante en nuestros días y más aún cuando se busca regularizar el consumo excesivo de Azucares y Grasas Saturadas.
La textura también forma parte de las diferencias. El paladar de tus comensales sentirá la diferencia puesto que el Helado incorpora aire en su mezcla lo que la hace más esponjosa. La textura del Gelato es densa y su sabor más concentrado.
La materia prima usada para la elaboración del Gelato es más natural y fresca, por ende más saludable. Cada Maestro en Gelatería conoce y honra la tradición de usar este tipo de ingredientes pues es su arte quien habla por él y por el negocio.
Por ello, un Gelato de maracuyá, lúcuma, café o el sabor que más te apasiona; tendrá más color, será más natural y más estética para que tus comensales felizmente puedan compartir en sus redes sociales el goce que están viviendo y en dónde lo están viviendo.
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